Es bien sabido que en el mundo de la movilidad hay una batalla por dominar las cero emisiones, y todos ponen sus mejores fichas en esto. En el mundo de los motores térmicos, los sistemas postcombustión llevan el mejor desarrollo, y los catalizadores de reducción selectiva (SCR por su sigla en inglés) son de los últimos en integrarse.

Europa es uno de los protagonistas en temas medioambientales, tiene de las normativas más exigentes del planeta, y muchos países sin normativa propia, como Chile, se rigen en parte a sus estatutos, y en una de sus últimas versiones, la 6°, establece que los vehículos deberán portar un catalizador de reducción selectiva para combatir los óxidos de nitrógeno.

Los NOx no se pueden eliminar físicamente, como el material particulado, por lo que necesitan de una reacción química que los transforme una vez generados de forma que no salgan a la atmósfera. Para producir esta reacción química, se utilizan dos elementos: por un lado, un catalizador que facilita que el proceso tenga lugar y, por otro, un compuesto químico que reacciona con los peligrosos NOx y los transforma en otros gases inocuos. Este aditivo se conoce comercialmente como AdBlue y está compuesto por una disolución al 32,5% de urea.

En el grupo PSA, Peugeot Citroën, se cuenta con esta tecnología bajo el nombre de “BlueHdi”, destacando de esta manera que motores Diesel son los menos contaminantes ya que cuentan con SCR, la que no es exigida por la normativa chilena, que solo exige Euro 5, pero que al llegar son homologados bajo Euro 6, por lo que tienen una ventaja al nivel de descontaminación superior a otros motores Diesel.

Los modelos que se comercializan en Chile del grupo PSA con motores BlueHDi son:

PEUGEOT
o 308
o 308 GT
o 508 RHX
o New 2008
o 3008
o 5008
o Rifter

CITROËN
o New C3
o New SUV C3 Aircross
o C4 Spacetourer
o C4 Picasso
o Grand C4 Picasso
o Berlingo
o Berlingo multispace
o Spacetourer
o Jumper
o Jumpy

En Comauto Peugeot y Casa Citroën se comercializa el AdBlue o urea sintética, genuino de la marca PSA. Es incoloro, con un leve aroma a amoniaco y no es tóxico en pequeñas cantidades.
Este líquido lo que hace es mezclarse en el tubo de escape con los óxidos de nitrógeno para crear amoniaco, y luego en el SCR salir al ambiente transformados en vapor de agua y nitrógeno, ambos inocuos para el ambiente.

Habitualmente lo necesario para una carga son de entre 5 a 7 litros, y el tapón para repostar está ubicado en el maletero, en alguna tapa falsa, o bajo la rueda de repuesto. En la imagen contigua podemos ver ubicación y procedimiento en un Citroën C3.